Todo sucede en el momento que debe suceder, y siempre es por nuestro bien. La vida es una enorme montaña que debemos escalar y como en todas las montañas, nos encontramos con partes más rocosas y complicadas de escalar y también nos encontramos llanos y pendientes hacia abajo donde solamente debemos dejarnos caer, FLUIR.
La vida es una escuela y los errores las asignaturas que debemos estudiar para no volverlos a cometer. Lo más importante de las dificultades, obstáculos y errores que cometemos en nuestro día a día es sacar el aprendizaje oculto que hay dentro de cada uno de ellos. Para ello debemos tener claro que cada uno de nosotros tomamos una serie de decisiones que nos llevan a unos resultados concretos. Por lo tanto, si somos capaces de indagar sobre el cómo hemos llegado a una situación X, seremos capaces de ver la causa de ese problema y modificar nuestras decisiones, cambiando así los resultados en última instancia.
Cometer errores no es un problema, el problema es, cometer asiduamente los mismos errores. Debemos evolucionar y para ello es fundamental aprender de las situaciones complicadas que vivimos para que no vuelvan a suceder. Esto no significa que no vuelvas a fallar más en tu vida, ya que es totalmente utópico, significa que cometerás errores distintos que te ayudarán a crecer y evolucionar en tu vida avanzando hacia nuevos objetivos y nuevos propósitos.
Una cosa que te va a ayudar a pasar esos momentos de dificultad es tener claro que las emociones son impermanentes. Todo pasa. Los momentos buenos pasan y los malos también; simplemente debemos dejar que las cosas fluyan a su propio ritmo y vivir cada momento con la intensidad que requiere para disfrutar de cada uno de ellos al máximo. Tanto los buenos como los no tan buenos para así poder sacar ese aprendizaje que te hará evolucionar en tu vida.