Tal y como indica Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas “El empresariado es un socio vital para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Las empresas pueden contribuir a través de la ACTIVIDAD PRINCIPAL DE SU NEGOCIO, por lo que pedimos a las empresas de todo el mundo, que evalúen su impacto, establezcan metas ambiciosas y comuniquen de forma transparente sus resultados.”
Las empresas no pueden ser exitosas en sociedades que fracasan y ya no es posible mantenerse en la antigua visión individual con impactos locales. Debemos enfocarnos hacia una visión de ciclo de vida de las líneas de negocio con sus impactos globales.
El 2020 marca el 20 aniversario del Pacto Mundial de Naciones Unidas y el inicio de la “década de la acción” con la Agenda 2030, garantizando que los ODS sean una prioridad máxima para todos los actores de la sociedad. Y el hecho de que este año ha sido marcado por una pandemia sanitaria mundial, ha generado una mayor necesidad por trabajar conjuntamente por este pacto mundial.
Hasta ahora los planes de desarrollo sostenible de la ONU (como los Objetivos del Milenio adoptados en el 2000) tenían como destinatarios fundamentales a los Estados y a los organismos multilaterales con líneas de acción lejos de la realidad de las empresas u otras organizaciones. Los ODS sin embargo, proporcionan una gran oportunidad para que cualquier organización se comprometa de manera estratégica con la gestión sostenible y responsable. Muchos de ellos guardan una estrecha relación con las actividades de un buen número de sectores.
El hecho de alinear la estrategia empresarial con los ODS reportará múltiples beneficios a las organizaciones que se impliquen, como: identificar futuras oportunidades de negocio y soluciones innovadoras, mejorar la reputación, favorecer la resiliencia de la organización y su adaptación al cambio, ahorrar con la utilización más eficiente de los recursos e internalizando externalidades, asegurar que la gestión realizada es medible / auditable, mejorar la comunicación interna y externa de las estrategias orientadas a ser una fuente de valor que retorna un beneficio neto a las comunidades en las que se opera, así como de los resultados obtenidos. Todo ello fortalecerá las relaciones con las partes interesadas externas e internas, alineando el negocio con las necesidades globales y que a su vez permita colaborar con el desarrollo sostenible del planeta. Y la clave de todo esto está en ¿cómo alineamos los Objetivos de Desarrollo Sostenible a la estrategia empresarial? Desde Azimut apostamos por un sistema de gestión focalizado en los ODS y la transparencia, adaptable a cualquier organización e integrable con otros sistemas. Consulta nuestras formaciones y asesorías personalizadas.