Al hablar de contaminación y cambio climático, muchas veces podemos pensar que es irreversible y que llegamos tarde para poder cambiar nada.
Durante el confinamiento hemos visto que esto no es así. Si actuamos, podemos avanzar hacia un mundo donde el crecimiento económico no signifique más contaminación atmosférica, perdida de suelo o aumento de la temperatura. El camino a seguir en los próximos años pasa por una economía más sostenible.
Por esta razón, debemos plantear estrategias para conseguir que nuestra sociedad y, también nuestras empresas, sepan el impacto que tienen sobre el medio ambiente para así poder actuar de forma específica en la reducción de dichos impactos ambientales.
Una de las herramientas más útiles que nos ayudan a identificar la huella ambiental de las empresas es análisis de ciclo de vida.
Un análisis de ciclo de vida cuantifica todos los impactos generados por un proceso, servicio, persona o empresa desde la obtención de la materia prima necesaria ,hasta su gestión final, como por ejemplo un residuo al acabar su vida útil.
Este impacto generado se cuantifica en indicadores ambientales. Uno de los indicadores más utilizados en la actualidad es la cantidad emitida de dióxido de carbono equivalente, también conocido como Huella de Carbono. Por tanto, la Huella de Carbono es un Análisis de Ciclo de Vida que nos permite conocer el impacto en el cambio climático de nuestra organización o, más en concreto, de un producto o servicio.
En la actualidad, la mayoría de las grandes empresas y gobiernos han iniciado el camino hacia la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. El punto de partida para esta reducción siempre tiene que ser el calculo de nuestras emisiones para conocer realmente donde se puede actuar y, así, planificar eficientemente las actuaciones.
Además, el cálculo de la Huella es un requisito para exportar productos a muchos países, y en los últimos años, se está convirtiendo en una obligación para la obtención de distintivos como la Bandera Azul.
En esta dirección, el Gobierno de España creo en el 2014 el Registro de Huella de Carbono, Compensación y Proyectos de Absorción de CO2. Este Registro es voluntario, por el momento, pero su objetivo es que todas las empresas calculen y registren su impacto en el Cambio Climático.
Todas las empresas, tanto públicas como privadas, pueden calcular su Huella y tomar acciones para minimizar los impactos ambientales derivados de la misma.
Los técnicos de Azimut disponemos de una amplia experiencia en el cálculo y registro de la Huella de Carbono. Muchas organizaciones importantes como el Ayuntamiento de Benidorm, en el sector público, o El Encinar de la Humienta, líder en el sector cárnico a nivel nacional confían en nosotros para calcular y registrar su huella durante años.